Percy Medina: “Las personas sienten que el Congreso no les aporta nada”

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El jefe de Misión para Perú de IDEA Internacional comenta los resultados de la reciente encuesta realizada en el sur del país, sobre la calidad de la democracia.

Por: Leysel Flores – Pachamama Radio

La organización IDEA Internacional presentó esta semana en Cusco una encuesta de medición sobre la calidad de la democracia en seis regiones del sur. De acuerdo con los resultados, el 84%, desaprueba la forma como funciona en el Perú el sistema democrático. En Puno, la reprobación es aún mayor, en el orden del 92%.

En general, en una calificación del 0 al 20, la nota promedio que le pone la ciudadanía a la calidad de la democracia en el Perú es de 07.

El jefe de Misión para Perú de IDEA Internacional, Percy Medina, compartió sus reflexiones sobre estos resultados, en una entrevista con el programa Voces del Sur, en la edición emitida el sábado a través de Pachamama Radio de Puno.

En la macrorregión sur, el 84%, es decir al menos ocho de cada diez peruanos, desaprueba la calidad de la democracia. ¿Qué impresión le genera este resultado bastante adverso?

Bueno, claramente somos demócratas insatisfechos en todo el Perú y en todas las regiones. Si bien es cierto, hay un apoyo a la democracia; sin embargo, la gente la evalúa mal. Le pone 07 de nota (del 1 al 20), a nivel nacional. Hay la sensación de que la democracia no ofrece resultados. Mucha gente piensa que quienes nos gobiernan no lo hacen pensando en los ciudadanos. Y también (se asume) que las personas tienen poca capacidad de influir en quienes gobiernan. Hay una correlación ahí para el poco apoyo a la democracia.

En la región Puno la desaprobación a la democracia es mayor. Estamos en un 92%.

Efectivamente, en el caso de determinados departamentos como Puno la visión es mucho más crítica, no solamente de la democracia, sino también de las autoridades y del gobierno. Cuando se pregunta en relación con la confianza en las autoridades de gobierno, en el Congreso la desconfianza es mucho mayor. Y eso está asociado también con la sensación de que quienes gobiernan tienen agendas particulares y hacen las cosas en beneficio propio o de un pequeño grupo, y no en beneficio de la ciudadanía.

Esto puede traducirse prácticamente en que no se escucha la población. Tenemos un Parlamento deslegitimado y a pesar de ello toma decisiones.

Efectivamente. Y, para ver el vaso un poco lleno también, lo que también aparece es mucha disposición a conversar sobre los problemas que aquejan a la región y mucha vocación por espacios de diálogo. Hay una alta predisposición a participar de espacios de diálogo organizados por la propia ciudadanía y, en segundo lugar, por autoridades subnacionales. Entonces, visto el panorama general, no es que se trata de personas que no les interesa nada. Yo diría que son demócratas insatisfechos buscando caminos para que las cosas mejoren. Por un lado, se muestra una mala evaluación a la democracia, pero por otro lado hay una valoración de las potencialidades de la ciudadanía, una valoración del diálogo y una disposición a participar en espacios de diálogo para revertir la crisis.

Según esta encuesta, un poco más de la mitad de ciudadanos en el sur piensa que funcionaríamos mejor sin el Parlamento o sin congresistas. ¿Qué está haciendo mal el Congreso?

Bueno, lamentablemente, lo que muestra la encuesta es, justamente, que las personas sienten que el Congreso no les aporta nada. El Congreso debería ser la voz de la gente. Debería ser el espacio en el que las distintas posiciones se expresan, se negocian, se comparten; pero el Congreso, para la población, está enfrascado en intereses individuales o de pequeños grupos, en algunos casos hasta vinculados con redes ilícitas. Entonces la gente es muy crítica. Eso lleva también a que un porcentaje, también importante, piense que se estaría mejor sin Congreso. Hay como una suerte de empate. La tarea es construir las condiciones para tener mejores representantes en la próxima elección.

El problema de la corrupción

Por otro lado, según la encuesta, el 62% en el sur asume que la principal causa de la crisis es la corrupción, ¿esta percepción puede ser reversible o podría aumentar, tomando en cuenta las decisiones del Legislativo, que acaba de restringir el sistema de colaboración eficaz o vemos que son los mismos congresistas quienes enfrentan investigaciones y quieren determinar quién entra o sale del Ministerio Público?

Sin duda la corrupción es un problema que la gente ve como uno de los grandes obstáculos para el desarrollo y que la gente asocia claramente con el mundo de la política; es decir, las personas sienten que uno de los principales problemas de los políticos hoy es su vinculación con la corrupción. Eso se refuerza por el hecho de todos los expresidentes están vinculados con acusaciones, algunos presos.

Igual que gobernadores regionales y alcaldes

Exactamente. Y parlamentarios también: procesados y presos. Entonces, eso aumenta la sensación de que todos son unos corruptos, lo cual, por supuesto, no es cierto, porque hay políticos decentes. Pero con tantos casos que vemos día a día, la gente se pregunta si estos personajes son políticos o son corruptos que aprovechan la política y se meten a la política para lucrar del cargo. Eso genera mucha apatía y desilusión, porque es difícil encontrar políticos y políticas decentes, pero hay que buscarlos y los hay.

Más jóvenes en la política

En Puno, como hemos visto, el rechazo a la democracia es aún mayor, en el orden del 92%. ¿La clase política y el sistema de justicia están en deuda con la región Puno para que vuelvan a confiar mínimamente en la democracia?

Destruir la confianza se produce en minutos o en un día. Un hecho o un conjunto de hechos en un día pueden destruir la confianza de la gente en las autoridades o en el sistema. En cambio, construir la confianza es un proceso largo y cuesta arriba. Es un trabajo de día a día. Eso supone escuchar, reconocer, ofrecer soluciones concretas a las demandas y también dar espacio a que la ciudadanía participe y se exprese en el ámbito de lo público, porque la democracia es también participación de la gente activa, controlando, vigilando, proponiendo, debatiendo. Entonces la democracia tiene que abrirse más a que las voces de la gente se escuchen y la gente debe tener la oportunidad de participar más directamente. Ojalá hubiese gente nueva, sobre todo joven, que quiera meterse en política, que quiera formarse para ser políticos y buscar el bien común, y no estar pensando en intereses personales.

En ese contexto de crisis y desconfianza, ¿qué debería hacer el ciudadano de a pie?, ¿cómo cambiamos este panorama?

Hay que informarse. Medios de comunicación como el de ustedes son muy importantes, porque ponen información, opinión y puntos de vista a disposición de las personas. Informarse es el primer paso, porque circulan una serie de noticias falsas, campañas de desinformación, que lo que buscan es tergiversar la realidad construyendo realidades paralelas; ese es un primer gran peligro de la democracia de estos tiempos. Lo primero y fundamental es informarse pluralmente, escuchar puntos de vista diversos. Luego, saber que necesariamente la política es un espacio para ponerse de acuerdo entre visiones e intereses distintos. Si eso se hace democráticamente, dentro de las reglas de juego y en beneficio del bienestar, está bien. El problema es cuando los acuerdos se hacen bajo la mesa.

* El programa Voces del Sur es producido por Micaelas, la Red de Periodistas Políticas Mujeres del Sur del Perú, y en Puno se trasmite todos los sábados de 9 a 10 de la mañana, a través de Pachamama Radio.