Por: Leysel Flores
Maritza Mendoza, coordinadora regional de Manuela Ramos en Puno, destacó los compromisos asumidos durante un seminario realizado en la provincia de Puno, donde autoridades y funcionarios debatieron sobre la situación de las mujeres en la región.
Mendoza subrayó la necesidad de garantizar una vida libre de violencia, no solo en el ámbito privado sino también en el espacio público, donde las mujeres han sido criminalizadas, discriminadas y estigmatizadas al alzar su voz en defensa de la democracia.
“El derecho de las mujeres a vivir sin violencia no se limita al hogar. También deben estar protegidas en espacios públicos, donde han enfrentado procesos judiciales injustificados por exigir cambios y democracia,” enfatizó en diálogo con Voces del Sur, vía radio La Decana de Juliaca.
Asumieron compromisos
Durante la actividad, que contó con la participación de representantes de la Policía Nacional del Perú, el Ministerio Público y otros organismos, se asumieron compromisos concretos. Entre ellos la mejora en la atención a mujeres en idiomas originarios (quechua, aimara, uro) y la incorporación de enfoques interculturales, como el parto vertical, aún poco implementado.
Asimismo, se abordó la necesidad de una nueva Constitución inclusiva que visibilice a los pueblos originarios y sus derechos, así como el respeto a la “madre tierra” y otras cosmovisiones indígenas. “Las comunidades indígenas consideran sagrado su entorno natural, pero estas perspectivas no están reflejadas en la actual Constitución”, añadió Mendoza.
La coordinadora de Manuela Ramos denunció prácticas de revictimización y corrupción en las instituciones encargadas de atender casos de violencia, como la Policía Nacional. “Es inaceptable que todavía pidan documentos como el DNI para aceptar una denuncia, cuando la normativa no lo exige. A pesar de las excepciones positivas, aún hay profesionales que no comprenden su labor,” señaló.
Por ello, llamó a reflexionar y a adoptar medidas que garanticen una atención adecuada a las víctimas.