Edith Carrasco: Reducir la medición de la pobreza a un solo índice no refleja la complejidad del problema

La promotora de la Mesa de Concertación para la Lucha Contra la Pobreza en Apurímac señaló que la nueva metodología debe respetar los protocolos del INEI.

Pobreza en Perú

La pobreza en la región de Apurímac sigue siendo un desafío crítico para el desarrollo social y económico de esta zona andina del Perú. En una entrevista a Voces del Sur de radio Antabamba (Apurímac), Edith Carrasco Sauñe, promotora regional de la Mesa de Concertación para la Lucha contra la Pobreza en Apurímac, dijo que los últimos indicadores muestran una realidad preocupante que afecta tanto a niños como a adultos en la región.

En 2023, Apurímac se posicionó como la región con el mayor índice de inseguridad alimentaria en el país, afectando al 32.8% de su población. Este indicador, parte del Índice Global del Hambre, evidencia que casi un tercio de los habitantes no cuenta con acceso suficiente a alimentos básicos. Además, solo un 28.4% de los hogares en la región dispone de servicios básicos como agua, desagüe, electricidad e internet, una brecha que perpetúa las condiciones de pobreza extrema.

La anemia y la desnutrición infantil también alcanzaron cifras alarmantes. Según Carrasco, en 2023, el 55.8% de los niños en Apurímac sufrían de anemia. La desnutrición crónica infantil aumentó al 18.1% en el mismo periodo. Por esta razón, estos cambios de criterios para medir la pobreza, afectaría la medición detallada de este aspecto.

“Estaríamos fallando a la población en medir su situación, porque se supone que la pobreza multidimensional nos permite evaluar si la población está accediendo a los servicios básicos de calidad”, comentó Edith Carrasco, desde su punto de vista personal.

Cambios en la medición de la pobreza multidimensional

El gobierno central, mediante el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis), busca implementar una nueva metodología para medir la pobreza, basada en un único índice y un tablero de control.

Sin embargo, esta medida ha sido cuestionada. Carrasco destaca que reducir los 29 indicadores actuales a un solo índice, no refleja la complejidad de la pobreza multidimensional. Esto incluye acceso a servicios básicos, salud, educación y alimentación, entre otros factores.

La Mesa de Concertación insiste en que esta metodología debe respetar los protocolos establecidos por el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) y evitar que el gobierno central sea “juez y parte” en la evaluación de estos datos.

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El impacto de las decisiones políticas

La falta de autonomía en la recopilación y análisis de datos podría comprometer la formulación de políticas públicas efectivas. Carrasco señaló que, posterior a la pandemia, se evidenció la necesidad de un enfoque integral para medir la pobreza, incluyendo aspectos no monetarios que impactan directamente en la calidad de vida de las personas.

La promotora también enfatizó la importancia de que los ciudadanos ejerzan una vigilancia activa sobre el manejo de los presupuestos públicos. La razón es que esta inversión social debería enfocarse en cerrar brechas como el acceso a agua potable, saneamiento y educación.

En palabras de Edith Carrasco, la lucha contra la pobreza requiere un esfuerzo conjunto entre el Estado, el sector privado y la sociedad civil. Es fundamental que los indicadores se analicen desde un enfoque multidimensional para implementar soluciones efectivas y sostenibles.

Aquí el programa completo:

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