Killa Sotelo, hermana de Inti Sotelo, uno de los jóvenes fallecidos en las protestas contra el gobierno de facto de Manuel Merino en 2020, se ha convertido en una voz clave en la lucha por justicia y en un símbolo de resistencia frente a la represión estatal. A pesar de los obstáculos, la familia de Inti sigue trabajando para que los responsables enfrenten las consecuencias de sus actos.
En una entrevista a Voces del Sur de radio Quillabamba (Cusco), Killa detalló los desafíos del caso. Narró cómo el camino hacia la verdad ha estado plagado de irregularidades. “Nosotros hemos acudido ya a la Corte Interamericana de Derechos Humanos”, afirmó, en referencia a la falta de avances significativos en el ámbito penal y disciplinario en el país.
Según denunció, las investigaciones internas fueron archivadas en varias ocasiones sin notificar a los familiares, lo que generó una profunda frustración.
“Todas las bancadas votaron a favor para el archivamiento, no se ha podido dar esta denuncia constitucional contra Merino, pero nosotros como familiares no nos hemos quedado con los brazos cruzados”, indicó tajante la hermana de Inti Sotelo.
Memoria y unidad entre las familias afectadas
Killa destacó la importancia de mantener viva la memoria de las víctimas y de encontrar fuerza en la solidaridad con otras familias afectadas por la violencia estatal. “Es una reciprocidad y un acompañamiento (…) Ellos me dan mucha más fortaleza”, comentó tras su participación en actividades conmemorativas en Juliaca, una de las regiones más golpeadas por la represión durante las protestas de 2022 y 2023.
En estos eventos, Killa ha compartido su experiencia para alentar a otras familias a no rendirse en su lucha por justicia. La unidad de las familias enlutadas ha sido fundamental para generar precedentes legales que sirvan de protección a futuras generaciones.
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Justicia como legado de Inti
A cuatro años de la muerte de Inti Sotelo, su familia sigue comprometida con su legado. Killa explicó que su hermano defendía la democracia y los derechos de los ciudadanos, un ideal que ahora guía la lucha familiar. “Persistamos… no nos rindamos”, fue su mensaje a quienes se sienten desalentados ante la intimidación gubernamental y las leyes que favorecen la represión.
La lucha de Killa y su familia busca no solo justicia para Inti, sino también un cambio estructural. Y así garantice que ninguna familia vuelva a enfrentar un dolor similar. La memoria de Inti Sotelo, junto con la de Bryan Pintado y otras víctimas, se mantiene viva. Es un recordatorio de que la democracia debe ser defendida a toda costa.
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