Hakira Layme: “El gobierno de Boluarte no tiene estructura ni organización política”

Advirtió que la inestabilidad actual podría obstaculizar el desarrollo de proyectos importantes y afectar la percepción del país a nivel internacional.

Por: July Villanueva – Radio Estación Wari de Ayacucho

El pasado 3 de septiembre, la presidenta Dina Boluarte realizó un cambio en cuatro carteras ministeriales, pero dejó intactos a los titulares de sectores altamente cuestionados, como el ministro del Interior, Juan José Santibáñez, quien ha sido vinculado a escándalos por la difusión de audios comprometedores.

Este nuevo movimiento se suma a una serie de 38 cambios en su gabinete desde que asumió el poder, lo que ha conllevado a un promedio de un nuevo ministro cada 12 días, reflejando una alarmante inestabilidad política.

Durante una entrevista en el programa Voces del Sur, vía Radio Estación Wari, la economista Hakira Layme Bonifacio destacó las implicancias negativas de estos cambios en la gobernabilidad del país.

La constante rotación de ministros indica una falta de dirección y una incapacidad del gobierno para establecer una agenda clara, manifestó la economista. Esta situación no solo afecta la percepción interna de la población, sino que también deteriora la imagen del país a nivel internacional, generando desconfianza entre los inversores y la comunidad global. “El gobierno de Dina Boluarte no tiene una estructura ni organización política”, mencionó.

Otros cuestionamientos

La nueva ministra de Comercio Exterior y Turismo, Úrsula León, ya enfrenta críticas por su papel en la facilitación de la entrada de barcos chinos, lo que ha suscitado preocupaciones sobre la pesca ilegal. Asimismo, el nuevo ministro de Vivienda ha sido cuestionado por su cercanía con un exministro investigado por presunta organización criminal. Estos nombramientos, junto con la escasa representación femenina en el gabinete, pues solo hay dos mujeres de 19 ministros.

Hakira advirtió que la inestabilidad actual podría obstaculizar el desarrollo de proyectos importantes y afectar la percepción del país a nivel internacional. Con la cumbre APEC a la vista, la situación política podría complicar aún más la imagen de Perú como un destino atractivo para la inversión, lo que podría agravar la crisis económica que enfrenta el país.

La crisis de gobernabilidad no solo repercute en el ámbito político, sino que también podría obstaculizar el desarrollo de importantes proyectos y obras públicas, lo que podría agravar aún más la situación en un Perú que ya enfrenta desafíos económicos considerables.