Por: Ibón Machaca
Diferentes organizaciones y colectivos de mujeres rechazaron las medidas adoptadas por la Municipalidad de Arequipa durante la movilización por el Día Internacional de la Mujer, el pasado 8 de marzo.
A través de un pronunciamiento, criticaron al municipio por restringir los derechos a la libertad de expresión, reunión y tránsito al disponer el cierre de la Plaza de Armas en una fecha tan importante. Además, acusaron a la comuna de promover discursos de odio y estigmatizar a los movimientos de mujeres.
Cabe precisar que el alcalde de Arequipa, Víctor Hugo Rivera, restringió el acceso a la plaza del 7 al 9 de marzo, argumentando la necesidad de prevenir actos vandálicos como los registrados durante las fiestas de carnavales la semana anterior. Sin embargo, no tomó previsiones para garantizar el desarrollo de la movilización del 8M, lo que provocó altercados y empujones entre las manifestantes y el personal de serenazgo cuando intentaban ingresar a la plaza.
Rechazo de los colectivos
Sharon Pérez, vocera de la plataforma Movimiento 8M Arequipa, que agrupa a diversas organizaciones de mujeres y colectivas sociales diversas, señaló que las medidas adoptadas por la gestión del alcalde Víctor Hugo Rivera carecieron de criterio, dado que las mujeres arequipeñas recorren esa fecha las calles y la Plaza de Armas de manera pacífica y con expresiones artísticas.
“Siempre se ha hecho uso de manera pacífica del espacio público”, enfatizó.
Asimismo, cuestionó que el municipio, a través de videos difundidos en sus redes sociales, hiciera afirmaciones falsas, como el supuesto intento de invasión de la Plaza de Armas. Pérez explicó que las marchantes solo buscaban permanecer en un espacio público para ejercer su derecho a la libertad de expresión y opinión; y denunciar la violencia de género en un lugar simbólico como la plaza.
Aseguró que la marcha fue totalmente pacífica y contó con la participación de mujeres de todas las edades, incluidas adultas mayores y menores. Su propósito fue exigir justicia y celeridad en los casos de mujeres asesinadas y desaparecidas, así como visibilizar las desigualdades de género que persisten en la sociedad. La movilización inició en la Plaza Mayta Cápac, en Miraflores, y culminó en la Plaza de Armas, en el Cercado.
“Las marchas son un espacio de soporte emocional y acompañamiento. Muchas veces, es el primer momento en que una mujer decide denunciar hechos de violencia”, subrayó.
Respecto a las posibles denuncias anunciadas por el municipio contra quienes desobedecieron las restricciones, Pérez señaló que, la comuna también debería denunciar a las personas que participaron en una actividad protocolar al día siguiente. De lo contrario, afirmó, se trataría de un acto de discriminación.
“Cerrar la Plaza de Armas no es una política contra la violencia de género. Al contrario, limita el derecho de las mujeres a alzar su voz de protesta de manera pública. Además, como presidente de la Instancia Provincial de Concertación para erradicar la Violencia de Género, el alcalde debe rendir cuentas sobre las acciones que realmente está tomando para enfrentar esta problemática”, exigió.



Críticas a la Municipalidad
Otras autoridades también han cuestionado la actuación del municipio. La consejera por Camaná, Norma Ortega, defendió el sentido de la marcha e indicó que las mujeres “salimos a reivindicar nuestros derechos y a seguir exigiendo lo que nos falta”.
En su opinión, el municipio subestimó la importancia de la movilización y el mensaje del 8 de marzo, demostrando una falta de conocimiento sobre la lucha por los derechos de las mujeres. Además, señaló que se permitió el uso del espacio para mujeres autoridades o cierta posición, lo que resulta discriminatorio.
Aclaró que protestar es un derecho de los ciudadanos y no se debe limitar ni cerrar los espacios públicos para eso.
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