Máxima Acuña y La ilusión de la abundancia: Un documental de esperanza y resistencia

La historia de la defensora ambiental, conocida por su lucha contra el proyecto minero Conga, fue plasmada en el documental: “La ilusión de la abundancia”.

Máxima Acuña visitó el Centro Bartolomé de las Casas.

Por: Anna Helena Günther*

Foto: René Torres

Máxima Acuña además de agricultora, es defensora ambiental conocida por su lucha contra el megaproyecto minero Conga. El caso fue tan grande que Amnistía Internacional incluso publicó un artículo llamado el caso “David contra Goliat”1.

Con la ayuda de su abogada, la excongresista Mirtha Vásquez, así como de numerosos actores de apoyo, algunos de ellos internacionales, logró proteger su territorio contra las empresas internacionales Newmont Mining Corporation y Compañía de Minas Buenaventura tras una lucha de años.

Esta lucha fue tan importante que no solo se la conoció como defensora de los territorios y fue honrada con el Premio Medioambiental Goldman en abril de 2016, sino que incluso se realizó un documental sobre su lucha: “La ilusión de la abundancia”, que ganó varios premios como el “best feature” del premio One World en Bruselas en 2023.

El documental, que trata principalmente sobre la resistencia y la lucha de Máxima, Bertha Cáceres y Carolina de Moura, aborda tres temas fundamentales:

  • La lucha de las defensoras y su labor para defender su territorio contra la destrucción. 
  • La lucha contra las empresas mineras internacionales y su violencia directa e indirecta que ejercen contra los derechos humanos, de las mujeres y sus territorios.
  • La lucha contra la complicidad del Estado en la protección de intereses empresariales (económicos y políticos).

Lamentablemente, el de Máxima Acuña no es un caso aislado, sino cotidiano en América Latina. Es así que el documental “La ilusión de la abundancia” también narra las historias de otras dos mujeres: Carolina de Moura, de Brasil, y Berta Cáceres, de Honduras. Tres mujeres de distintos países unidas en la lucha por sus territorios, que con el tiempo consiguieron reunir a su alrededor a un gran número de partidarios.

La semana pasada, algunas de ellas visitaron el Centro Bartolomé de las Casas (CBC) en Cusco. Fue en el marco de conversatorios sobre “La ilusión de la abundancia” y el rol de las mujeres defensoras ambientales y el territorio ante las amenazas de los extractivismos y otras formas de despojo.

El 18 de abril de 2024, Máxima, su abogada Mirtha Vásquez y la co-directora del documental, Erika González, fueron recibidas en el CBC.

Máxima Acuña en el Centro Bartolomé de las Casas. Foto: Anna Günther

En este marco Máxima cuenta su historia sobre cuando la empresa entró en 2010 a sus terrenos, aunque tenía los documentos que la acreditaban como propietaria. “Me dijeron que ese territorio ya está vendido. Que yo soy una viuda, yo soy una aprovechativa y yo quiero atrapar la gente. Y yo me puse a llorar porque era injusto lo que decía…”.

Su abogada Mirtha señaló que usaron “argumentos tan absurdos”. Les tomó 8 años de lucha para demostrar que Máxima no es una invasora. El público ríe cuando Mirtha cuenta que “se supone que Máxima venció a los tres cordones de seguridad que tenía la empresa y además 20 policías… pero si se quiere favorecer un poder no importa lo absurdo”.

La verdadera historia es otra. Máxima cuenta que llegó a pensar que su hija había muerto porque la golpearon hasta que terminó desmayada en el suelo cuando un contingente de la Policía intentó desalojarlas.

A lo largo de todos los años del proceso, que incluso llegó hasta la Corte Suprema, la maltrataron física y psicológicamente. “Han producido un fiebre de relaciones, incluso entre la comunidad, con su propia familia”, dice Mirtha. “Pero Máxima sigue firme y fuerte. Es muy impresionante como Máxima sigue muy convencida”.

Ella sigue en pie, resistiendo en sus tierras frente a las adversidades económicas. Con sus propias manos, teje y crea artesanías que vende en mercados locales y en eventos a los que asiste. Esta mujer digna y valiente no pide caridad; pide respeto y que valoren su trabajo.

“Máxima está haciendo una labor que es muy importante para todas y todos nosotros”, dice Erika, la co-directora del documental. “El caso de Máxima en la película inspira mucho. Recibimos muchos mensajes de cómo se puede ayudar y seguir a Máxima“, agregó.

Ahora, el objetivo es llevar la película a los países de América del Sur donde están las protagonistas: Brasil, Perú y Honduras; pero también a México y Colombia ya que allí se registra la tasa más alta del mundo de asesinatos de defensores ambientales. Desde 2023 (actualización Sep 20232) se cuenta con 185 asesinatos de personas defensoras.

El documental se ha difundido en países del Norte, vendiendo el documental a televisiones como la cadena alemana DW o a Arte, una cooperación alemán-francés para que la inspiración se difunda ya que: 

“La lucha de Máxima nos da un ejemplo a nivel no solamente del país, sino mundial. Es un ejemplo de que un ciudadano puede confrontar a un gran poder y eso es importante. La lucha de Máxima nos ha enseñado cómo nos podemos vincular el movimiento social, como podemos hacer esfuerzos conjuntos”. 

Son palabras inspiradoras de Mirtha que sigue luchando sobre todo por una simple razón: no solamente en nombre de defender los territorios, la justicia y nuestros bienes de la naturaleza, sino para defender la paz. “Porque en el fondo es eso. Queremos solamente que la gente pueda vivir en paz”. 

Fuentes:

1https://www.es.amnesty.org/en-que-estamos/blog/historia/articulo/el-caso-de-maxima-acuna-david-contra-goliat

2https://www.globalwitness.org/es/standing-firm-es/#:~:text=M%C3%A9xico%20fue%20el%20pa%C3%ADs%20con,mientras%20que%204%20eran%20abogados.