Ayacucho / Redacción
Cientos de personas, entre amigos y familiares, despidieron este martes a Lucía Gabriela Bravo, la joven psicóloga a quien le arrebataron la vida abruptamente. El feminicidio sucedió en el sector de Campanayocc, en el distrito de Carmen Alto, Ayacucho.
Lucía, de 21 años, fue reportada como desaparecida el viernes 11 de abril, luego de salir del gimnasio. Su cuerpo fue hallado la mañana del sábado 12, envuelto en frazadas, en el cerro Campanario. Presentaba un disparo en el pecho. El principal sospechoso es su expareja Erasmo Aguilar Cordero, de 31 años, quien se encuentra prófugo.
Aguilar tenía una orden de alejamiento vigente, producto de una denuncia por intento de secuestro. Sin embargo, desobedeció las restricciones en múltiples ocasiones e incluso intentó secuestrarla nuevamente, denunciaron los familiares. En aquel suceso, estuvo detenido por breve tiempo, luego quedó en libertad por falta de pruebas suficientes.
Entre lágrimas, Jesús Bravo, padre de Lucía, afirmó que su hija denunció al sujeto ante las autoridades. Sin embargo, ninguna de las medidas restrictivas sirvió para protegerla. Exigió a las autoridades que capturen al responsable y que la muerte de Lucía no quede impune.
Pidió ayuda y no fue protegida
Lucía contaba con medidas de protección antes de su asesinato. Su familia reveló que, el Poder Judicial le dictó a Erasmo una orden de alejamiento, después de intentar secuestrarla en agosto pasado, en Huancayo.
A pesar de la prohibición, trató de secuestrarla nuevamente en noviembre. Cámaras de seguridad registraron el hecho, pero no fue suficiente prueba para que lo detengan.
Un día antes de su desaparición, Erasmo Aguilar la contactó con engaños. Le dijo que debía viajar y no podía seguir cuidando a la mascota que ambos adoptaron. Esa fue la excusa para citarla. Al día siguiente, Lucía desapareció.
Según allegados, ella terminó la relación con Erasmo porque era muy celoso y posesivo. Lo había conocido en el gimnasio y salieron por un año.
Conmoción en Ayacucho
Lucía Gabriela era una joven muy querida. Se ganaba rápidamente el cariño de quienes la rodeaban. Ella estudió Psicología en la Universidad Continental de Huancayo y tramitaba su título universitario.
Participó como danzarina en varias comparsas de carnaval en la ciudad de Ayacucho, por lo que era muy conocida. Sus amigos la despidieron en medio de bailes y cánticos mientras sus restos eran trasladados al cementerio general de Ayacucho.
El crimen de Lucía generó indignación entre la población ayacuchana, que reclama acciones a las autoridades. Según fuentes locales, se trata del primer caso de feminicidio en la región en lo que va del año.
Con información de Iyari Gómez /
Puedes leer también: