La reciente decisión del Ejecutivo de modificar la medición de la pobreza en el país ha generado un intenso debate.
Gonzalo Manrique, economista senior del Instituto Peruano de Economía, analizó los cambios en el programa radial Voces del Sur, vía radio Titanka (Apurímac), destacando tanto los desafíos como los riesgos de esta iniciativa.
Actualmente, la pobreza en el Perú se mide bajo dos enfoques principales: la pobreza monetaria, basada en ingresos inferiores a 450 soles mensuales por persona. La otra es la pobreza multidimensional, que considera indicadores como acceso a educación, salud, servicios básicos y seguridad. Según Manrique, la propuesta del gobierno busca resumir las ocho dimensiones y 29 indicadores actuales en un único índice sintético.
“El indicador resumen es útil porque nos da una visión general, pero no debemos perder de vista lo más importante: las variables detrás de este indicador”
Preocupación por transparencia y autonomía del INEI
Uno de los puntos más polémicos es la posible intromisión del Ejecutivo en la autonomía del INEI. Manrique reconoció que existe incertidumbre debido a retrasos en la publicación de datos previos y al cambio propuesto.
“Lo importante es que la información desagregada se siga publicando anualmente”, dijo el economista. Esto permitirá que investigadores, periodistas y ciudadanos puedan supervisar y analizar lo que ocurre realmente en el país, aseguró.
El economista también destacó cómo la pandemia de covid-19 afectó los patrones de pobreza en el Perú. Explicó que esta problemática, anteriormente predominante en áreas rurales, ahora afecta más a zonas urbanas debido a la pérdida de empleos. “Atender la pobreza urbana requiere estrategias distintas”, indicó.
También recalcó que las necesidades de las ciudades no son las mismas que en el campo.
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Reflexión y recomendaciones
Manrique hizo un llamado a mantener una perspectiva integral sobre la pobreza, enfatizando que el índice sintético no debe reemplazar el análisis detallado de las dimensiones. “Es imposible reducir tantas realidades complejas a un solo indicador”. Explicó que la prioridad debe ser abordar los retos que enfrentan las familias día a día en términos de educación, salud y servicios básicos.
La decisión del gobierno de modificar la medición de la pobreza abre un debate sobre la necesidad de simplificar los datos sin sacrificar transparencia ni profundidad. El Perú enfrenta ahora el desafío de garantizar que estas cifras reflejen fielmente la realidad de millones de ciudadanos.
Aquí el programa completo:
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