Por Iyari Gómez – Estación Wari de Ayacucho
En Ayacucho, la crisis social sigue escalando. Los recientes paros en los distritos de Tambillo y Acocro, junto con las manifestaciones en Vilcashuamán y Huanta, han evidenciado un profundo descontento entre la población.
Además ponen de manifiesto la falta de diálogo efectivo con las autoridades locales.
El gobernador de Ayacucho, Wilfredo Oscorima, enfrenta críticas por la gestión de estos conflictos. La situación se agravó con la paralización de obras cruciales como la carretera Huamanga-Huatata-Tambillo, que dejó a los residentes de estos distritos sin acceso a servicios básicos y oportunidades económicas.
Iván Ormachea, presidente de la Asociación Civil ProDiálogo, subrayó que el descontento en Ayacucho es una manifestación de una crisis más amplia en el país. Según Ormachea, el rompimiento del diálogo no solo refleja la falta de respuesta oportuna a las demandas de la población, sino también una erosión de la confianza entre ciudadanos y autoridades.
“Estamos viendo cómo la falta de escucha y respuesta efectiva puede llevar a una escalada en los conflictos. Las protestas han demostrado que las demandas de la población están siendo ignoradas y que la paciencia se está agotando”, comentó Ormachea en el programa Voces del Sur que en Ayacucho se transmite por Radio Estación Wari.
El especialista también señaló que los recientes paros revelan una creciente frustración debido a la corrupción y la falta de atención a las necesidades básicas en la región. “Las demandas no solo incluyen la reparación de infraestructuras esenciales, sino también mejoras en los servicios básicos, como salud, educación y acceso al agua”, sostuvo.
El presidente de ProDiálogo añadió que la falta de acción en estos temas está profundizando el descontento y la desconfianza en las autoridades.